70 LIBROS DE METAL HALLADOS EN JORDANIA PODRÍAN CAMBIAR LA HISTORIA BÍBLICA
Un descubrimiento que puede ser el más grande desde el hallazgo de los Rollos del Mar Muerto, ha puesto en alerta a los estudiosos de la historia bíblica.
Una
antigua colección de 70 libros diminutos, encuadernados con alambres,
podría develar algunos de los secretos de los primeros días del
Cristianismo.
Se encontraron en una cueva cerca de
Masada, con 2 mil años de antigüedad; entre ellos apareció el que podría
ser el retrato más antiguo de Jesucristo.
Estas tablillas podrían cambiar nuestro entendimiento sobre la Biblia.
Los especialistas están
divididos en opiniones en cuanto a su autenticidad, pero comentan que
de verificarse como auténticos pasarían a ser uno de los descubrimientos
más importantes que rivalizaría en importancia con el de los Rollos del
Mar Muerto en 1947.
En páginas no más grandes que una tarjeta de credito se encuentran imágenes, símbolos y palabras que parecen hacer
referencia al Mesías y, posiblemente, a la crucifixión y resurrección.
Además, algunos de los libros se
encuentran sellados, despertando la duda en los académicos sobre si
podrían ser en realidad la colección perdida de códices mencionada en el
Libro de las Revelaciones de la Biblia.
Los
libros fueron hallados hace 5 años en una cueva sita en una remota
parte de Jordania donde se sabe que los refugiados cristianos huyeron
luego de la caída de Jerusalén en el 70 d.C. Documentos importantes del
mismo periodo han sido previamente descubiertos en la zona.
Las pruebas metalúrgicas iníciales
indican que algunos de los libros se remontarían a alguna fecha cercana
al primer siglo Después de Cristo. Esta estimación se basa en la forma
de corrosión que se presenta, la cual los expertos dicen que es
imposible lograr artificialmente. Si esta fecha se verifica, los libros
serían de los primeros de la Era Cristiana, anteriores a los escritos de
San Pablo.
El
prospecto que podría contener historias contemporáneas de los días
finales de la vida de Jesús, ha entusiasmado a los estudiosos - aunque
siguen tomando el tema con pinzas debido al hecho que previamente hubo
casos de falsificaciones bastantes sofisticadas.
David Elkington, un británico erudito
en historia antigua de las religiones y arqueología, y uno de los pocos
en examinar los libros, declaró que bien podrían ser "el descubrimiento
más grande en la historia del Cristianismo".
"Es emocionante pensar que tenemos en
las manos objetos que pudieron haber sido sostenidos por los primeros
santos de la Iglesia", agregó.
Los expertos especulan con que estos
pequeños libros podrían ser la colección perdida de códices referida en
el Libro de las Revelaciones.
Pero los misterios que se encuentran en
sus ancestrales páginas, no son el único acertijo a resolver. Hoy en
día, sus orígenes también son un enigma. Luego de su descubrimiento por
parte de un beduino jordano, el tesoro fue adquirido por un israelí,
quien dijo haberlos contrabandeado fuera de la frontera hacia Israel,
donde aún permanecen.
De todas formas, el gobierno jordano se
encuentra en tratativas desde los más altos niveles para repatriar y
salvaguardar la colección. Philip Davies, profesor emérito de estudios
bíblicos en la Universidad de Sheffield, declaró que había evidencia
sólida que los libros tenían un origen cristiano debido a placas que
muestran un mapa de la ciudad santa de Jerusalén. "Cuando vi eso me
quedé estupefacto", dijo. "Es claro que se trata de una imagen
cristiana. Hay una cruz en primer plano, y detrás de ella lo que sería
una tumba [de Jesús], un pequeño edificio con una apertura, y tras ello
los muros de la ciudad. En otras partes de los libros también se
describen murallas y es casi seguro que se refiere a las de Jerusalén.
Es una crucifixión que se lleva a cabo fuera de los muros de la ciudad",
explicó el profesor.
El equipo británico, actual encargado
del descubrimiento teme que su presente "guardián" israelí pueda pensar
en vender algunos de los libros en el mercado negro, o peor...
destruirlos. Pero el hombre que tiene los libros lo niega y afirma que
han estado en su familia por 100 años.
La Dra. Margaret Barker, ex presidente
de la Sociedad para el Estudio del Antiguo Testamento, dijo: "El Libro
de las Revelaciones habla sobre libros sellados que solo eran abiertos
por el Mesías. Otros textos del mismo periodo cuentan historias sobre
libros sellados conteniendo gran sabiduría y una tradición secreta
pasada por Jesús a sus discípulos más cercanos. Ese es el contexto de
este descubrimiento".
Existe un pequeño códice, un poco más
pequeño que el tamaño de una tarjeta de presentación, esta sellado por
todos sus lados y tiene una representación tridimensional de una cabeza
humana tanto en la portada como en la contraportada. Incluso la pieza de
plomo cuenta con la marca de la huella digital de su autor. Abajo de
ambas figuras aparece una inscripción aún no descifrada, aunque en otro
de los códices aparentemente se puede leer la frase "Salvador no
Israel".
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