El Espejo

Continuamente, la vida nos va enseñando los distintos caminos que podemos tomar en nuestra búsqueda, que cotidianamente, iniciamos en cada amanecer, en cada lugar, en cada manifestación...

Todo es una búsqueda continua, encabezada en algunos en la búsqueda del Padre Creador; en otros, por la ansiedad de luchar cada día para tener más poder y lograr someter a su prójimo, olvidándose de su corazón, de su fantasía; que de niño había creado. Había creado su propio mundo de ilusión y felicidad.

Cuánto más el hombre se aleja de la niñez, más perverso y vanidoso se vuelve... 

¿Porqué es? ¿Cuál fue el motivo y la justificación de cambiar la honestidad, la fantasía, el AMOR hacia el Creador; por la maldad y la in humanización del ser?

¿Por qué el hombre llegó a tal punto de bajeza?

¿Cuál fue el espejo en que se basó la humanidad para aferrarse a tan estado de concuspicencia?

Existe una enfermedad milenaria que la humanidad  misma nunca quiso combatir, ni reconocer: ¡Fijarse en el "espejo" ajeno para tapar su propia imperfección!

¿Quién tiene el poder de la palabra;  de la razón, para predicar la verdad?; ¿Quién es el que está habilitado en tirar la primera piedra?.

¿Qué es la verdad?

En vez de perder el tiempo de ajusticiar y deshonrar al hermano que se tiene al lado, de hacer juicio previo por su manera de vestir, de ser, de hablar; esa misma energía la utilizáramos para elevarnos, para regular nuestro ego, para Amarnos más, ténganlo por cierto que la humanidad no se encontraría en el abismo de los tiempos... 

¡Qué difícil es mirarse al "espejo" y descubrirse ser vulnerables y lleno de imperfección...!.

Nuestros ojos son el espejo del alma. Intentemos cambiar desde dentro hacia afuera; a conocernos mas. De esta forma lograremos ser mas felices y dichosos de tener al Padre, nuestro Creador, rigiendo en nuestro Interior. No habiendo mas  enfermedades,  dolor; todo en un estado de equilibrio, comprensión, aceptación y aprendizaje. 

De esta forma, podremos ver en el espejo de nuestro hermano el fiel reflejo de nuestro Padre Creador; a imagen y semejanza...

Raúl Rivero